Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado en el que las nuevas tecnologías marcan el ritmo de nuestra sociedad. Los más peques también se han visto afectados por esta tendencia, y los juegos interactivos y pantallas han pasado a formar parte en su día a día y en su estilo de diversión. Sin embargo, compatibilizar estos aparatos con otros juegos analógicos es muy importante para ayudarles en su crecimiento, evolución y desarrollo. Especialmente, en las primeras etapas de su vida.
Uno de los juegos que mayores beneficios aporta, son los puzzles. Estos repercuten muy positivamente en su desarrollo a nivel motor y psicológico, y son una excusa ideal para pasar tiempo en familia. Podrás encontrar tantos estilos de puzzles como peques hay, y todos ellos les aportarán diferentes capacidades vitales en su desarrollo. En este artículo, queremos descubrirte todos los beneficios de hacer puzzles.
Beneficios de hacer puzzles
Como hemos comentado anteriormente, hacer puzzles es una estupenda opción para pasar tiempo en familia, y una actividad ideal para ayudarles en su crecimiento y evolución. Entre los puntos más fuertes de llevar a cabo esta actividad destacamos:
- Mejora de la memoria visual
Por el método de juego, los puzzles ayudan a los peques a fijar su atención en lo que están creando. Deben unir todas las piezas para generar la imagen principal, lo que les ayuda a mejorar su memoria visual. Los peques observan el modelo a seguir, y tratan de armar el puzzle, mirándolo el menor número de veces posible.
- Aumentan su concentración
Para poder realizar un puzzle es necesario que los peques estén atentos a las piezas que deben encajar. De esta manera, se abstraen de lo que sucede a su alrededor y centra toda su atención en lo que están haciendo. Esto les vendrá muy bien para las posteriores etapas de su vida, como estudiar o hacer los deberes.
- Mejoran sus habilidades matemáticas y espaciales
Gracias a los puzzles, los peques comienzan a desarrollar su visión espacial y a pensar en tres dimensiones. Podrán familiarizarse con formas y figuras diferentes.
- Aumentan su paciencia y capacidad de frustración
Para montar un puzzle es necesario tener paciencia y poner mucha atención. Habrá ocasiones en que, las piezas elegidas, no se corresponden con las necesarias y los peques aprenderán a advertir sus errores sin frustrarse.
Cómo escoger el puzzle más apropiado para su edad
Aunque no siempre será determinante, la edad es un factor a tener en cuenta a la hora de escoger el puzzle que mejor se adapte a tu peque. En el mercado encontrarás una gran oferta de estos juegos, y has de tener en cuenta algunas características propias de las etapas y desarrollo de tu peque:
- 2 a 3 años:
En esta fase, se recomienda que utilicen puzzles de hasta cuatro piezas.
- 3 a 4 años:
Saltaremos de las cuatro a las doce piezas.
- 4 a 5 años:
Podremos incluir puzzles que incluyan otros diseños, además de formas y dibujos.
- 5 a 10 años:
La dificultad puede aumentarse poco a poco.
- A partir de 10 años:
En este momento, los peques pueden resolver puzzles más o menos complejos.
Como ves, que tu peque haga puzzles, va más allá de la mera diversión. Gracias a ellos desarrollan sus capacidades y forjan su personalidad. Les ayudan a crecer y evolucionar, desarrollando sus habilidades sociales y mejorando su nivel de concentración. Los beneficios de hacer puzzles les acompañarán en su etapa infantil, pero también en las fases posteriores de su vida, por eso dedicar tiempo en familia a esta actividad, será una gran muestra de afecto para los más peques.