La estimulación temprana es una de las técnicas educativas más utilizadas en la actualidad. Ofrece beneficios demostrados en el desarrollo de los bebés a partir del juego y los estímulos externos.
¿Has oído hablar en alguna ocasión de la estimulación temprana? Se trata de una metodología educativa muy interesante, que ofrece grandes beneficios, tanto en los padres y madres como en los peques, y que cada vez está siendo más utilizada. Así que, si te interesa, te animamos a informarte sobre las técnicas y cómo llevarlas a cabo para empezar a ponerlas en práctica cuanto antes.
¿Por qué? Porque, más allá de las distintas ventajas que puede suponer en el desarrollo infantil, ha supuesto un gran descubrimiento por las consecuencias positivas que tiene también en los progenitores. En este artículo resolvemos algunas de las preguntas más habituales acerca de la estimulación temprana, te ofrecemos algunos consejos y ejercicios e indicamos cuáles son sus beneficios.
¿Qué es la estimulación temprana?
Para entender este concepto hay que señalar que se trata de una metodología educativa más en las primeras fases del crecimiento infantil. La estimulación temprana consiste en una serie de técnicas de intervención, con la finalidad de que tus peques vean impulsado su desarrollo en determinados aspectos esenciales en estas etapas, como son los sociales, los emocionales o los cognitivos, entre otros.
Al mismo tiempo, también es un método recurrente cuando el objetivo está en prevenir trastornos potenciales o reconducir los reales. Al fin y al cabo, se trata de lograr que desarrollen sus capacidades en un entorno feliz y amable para ellos, recurriendo al juego y a diferentes estímulos. En este sentido, áreas como la psicosocial, la del lenguaje o la motriz, se ven notablemente beneficiadas.
¿Cuándo se debe iniciar la estimulación temprana?
Pero la pregunta más común en torno a la estimulación temprana reside en el momento del inicio. Sin embargo, la respuesta es muy sencilla, ya que estas técnicas son aplicables prácticamente desde el primer mes de vida del bebé. De hecho, abarcan el desarrollo de los peques desde el nacimiento hasta los 10 años aproximadamente.
Lejos de lo que pueda parecer, la etapa de mayor peso en esta tendencia educativa se encuentra en el primer año de vida, donde el crecimiento interno de un bebé es mucho mayor de lo que se refleja externamente. Recuerda que el cerebro de tus peques es mucho más flexible en sus primeros seis o siete años de vida, por lo que es el mejor momento para actuar sobre su educación.
¿Cómo se aplica la estimulación temprana?
Teniendo en cuenta que hablamos de trabajar cuestiones como la socialización, las emociones, la cognición, la motricidad y el lenguaje, la aplicación de estas técnicas debe girar en torno a estas capacidades. No obstante, un factor esencial en esta metodología es el bienestar del bebé, que quedará siempre por encima de cualquier ejercicio.
Porque la estimulación temprana consiste, al fin y al cabo, en la aplicación repetitiva de determinados ejercicios pensados para mejorar las capacidades mencionadas. ¿Cómo llevar a la práctica estos ejercicios sin entorpecer el bienestar de los peques? Relacionando cada actividad con el juego y la diversión. Éste es el secreto de esta técnica educativa.
Consejos para fomentar la estimulación temprana
Sin embargo, para entender mejor la aplicación del método es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones. Y es que, como sabemos todos los padres y madres, mantener la diversión de los peques en su punto álgido resulta misión imposible en muchas ocasiones. Por eso te dejamos algunos consejos que te pueden ayudar a hacerlo.
Varía los planes para que no resulten aburridos
Los peques son auténticas esponjas a la hora de aprender. No se aburren por elección, sino por su constante necesidad de estímulos. Varía los planes a la hora de aplicar la estimulación temprana y, sobre todo, deja que exploren e innoven en todo: olores, sabores, texturas o colores.
Utiliza el juego como método de aprendizaje
La gamificación es otra metodología de aprendizaje, no sólo compatible con la estimulación temprana, sino totalmente recomendable junto a ella. ¿Por qué? Como decíamos, los peques necesitan estímulos y diversión: aprender jugando es la mejor de las opciones independientemente de cuáles sean las técnicas educativas utilizadas.
Interactúa con tus peques
Es importante darle un poco de libertad a un bebé para que investigue y desarrolle sus áreas cognitivas a partir de los estímulos, por lo que no debes tratar de dirigir su juego de manera constante. Ahora bien, esto no implica que no debas interactuar con tus peques; todo lo contrario, necesitan que les generes nuevos estímulos y diálogos.
No siempre son necesarios los juguetes
Para estimular las áreas sensoriales y la creatividad, resulta muy positivo prescindir de los juguetes o los libros ocasionalmente. En la estimulación temprana es conveniente dejar que los peques jueguen con elementos comunes o con materias naturales, como el agua, la tierra o las hojas.
Trata de adaptarte a las circunstancias de cada momento
Es importante escoger las circunstancias adecuadas para desarrollar las técnicas y ejercicios de estimulación temprana, pero, sin duda, también lo es que sepas adaptar al contexto las actividades. Siempre es posible encontrar el estímulo gracias a la curiosidad de los peques.
No apliques las mismas metodologías con cualquier peque
Quizás una de las recomendaciones más importantes que se pueden hacer junto a esta metodología, aunque es evidente que es aplicable a cualquier técnica educativa. Dos peques nunca van a ser idénticos ni tener las mismas necesidades, ¿por qué ibas a gestionar su estimulación y su desarrollo del mismo modo? Mejor adáptate a tu personalidad y verás cómo lo agradecen.
Propuesta de ejercicios de estimulación temprana
Si te ha interesado hasta ahora el concepto de estimulación temprana, es posible que quieras conocer algún ejercicio para poder empezar a aplicar estas técnicas. Teniendo en cuenta que la edad más compleja para aplicar esta metodología es la comprendida en los primeros meses de vida de tu bebé, vamos a hacerte tres tipos de propuestas diferentes divididas por etapas.
A partir de aquí, si has conseguido aplicar estos ejercicios y actividades con éxito, se trata de seguir haciéndolo adaptándote al momento del desarrollo de tus peques. En cuanto comiencen a comunicarse y a expresar sus preferencias, va a ser coser y cantar, así que centrémonos en el periodo más complejo para poder superar el resto.
Para bebés en sus tres primeros meses de vida
En el caso de los peques recién nacidos, la suavidad es lo principal. Al fin y al cabo, esta etapa está más enfocada a la interacción con el bebé y a generar un pequeño hábito en los ejercicios. Acercar su rodilla al pecho con delicadeza cuando estén tumbados, unas cuatro o cinco veces con cada pierna, es uno de los ejercicios más habituales.
Juguetear con los dedos de sus manos también es una opción, así como masajear las manos y los pies lentamente. En ambos casos es interesante atender a sus respuestas y reacciones. Otro ejemplo sería coger una de sus manos y llevarla hacia el hombro contrario y viceversa, siempre y cuando se encuentren bocarriba.
Para bebés de tres meses a seis meses
Como es normal, en estos momentos se trata simplemente de ofrecerle estímulos para apoyar el desarrollo de algunos sentidos y el fortalecimiento de algunos músculos. Por ejemplo, puedes acercarle algún peluche o juguete de su preferencia cerca cuando esté tumbado o gateando, con el fin de que estire su cuerpo para alcanzarlo.
Ponerlo delante del espejo puede sentar las bases de sus relaciones sociales, las primeras veces resulta gracioso porque no son capaces de reconocerse, pero con el tiempo sí lo hará y empezará incluso a interactuar. Cuando esté tumbado bocarriba, mueve sus pies como si estuviera pedaleando y haz lo propio con las manos para que dé palmadas.
Para bebés de seis meses a un año
A estas edades tu peque ya ha empezado a balbucear, e incluso en algunos momentos parece que quiere hablar. Éstas son unas fantásticas señales de que todo va bien, aunque conviene recordar que cada peque tiene sus ritmos. En cualquier caso, es un buen momento para comenzar a practicar el habla y la estimulación táctil.
La plastilina, siempre bajo vigilancia, es una buena opción, pero es positivo que maneje diferentes texturas, como la tela o el papel. En cuanto al habla, lo más típico es la imitación: señalar a papá y mamá y exclamar estas palabras al mismo tiempo puede ayudarle en la identificación de los vocablos. De igual modo, llamar a los animales puede ayudar a introducir nuevos conceptos.
¿Cuáles son los beneficios de la estimulación temprana?
Los beneficios de la estimulación temprana han sido demostrados y confirmados por pedagogos y otros expertos, que han concluido que refuerza la autoestima, ayuda a desarrollar determinadas habilidades sociales, y facilita la expresión y el habla, aumentando su vocabulario de manera notable. Además, hablamos de técnicas que favorecen la autonomía de los peques a la hora de aprender y de desenvolverse en su día a día.En otro orden de cosas, también es importante hablar de su neurodesarrollo, donde se relacionan el lenguaje y la motricidad para dar lugar a las habilidades psicomotoras, que también se optimizan a través de esta metodología. Por último, los peques se divierten aprendiendo, adquieren capacidades como la creatividad, la memoria o la concentración, y tú empezarás a entenderlos mucho mejor.