Los juegos cooperativos permiten a los niños conocer el valor de lograr objetivos en equipo sin competir entre ellos. Además, son dinámicos y divertidos, por lo que a los peques les encantan. Fomentar estas actividades cuanto antes inculca en los más pequeños valores fundamentales, que serán un aprendizaje esencial para la vida.
A qué llamamos juegos cooperativos
Los juegos cooperativos son aquellos que estimulan la camaradería, y en los que no hay un objetivo individual, sino conjunto para todo el grupo. Nadie compite, nadie gana y nadie queda eliminado. Animar a los peques a participar en juegos cooperativos desde la más tierna infancia, cuando sean ya capaces de comprender el mecanismo del juego, es un estupendo estímulo para desarrollar en ellos el sentido de comunidad, pero no solo eso…
Qué valores fomentan los juegos cooperativos
Hay muchos tipos de juegos: los juegos de competición, los juegos de imitación y los juegos cooperativos. Estos últimos enseñan a los niños habilidades sociales y cómo comportarse en grupo. Además, actúan como vectores para un buen aprendizaje de las reglas sociales y de los diferentes roles que cumplimos las personas en la sociedad, y les permiten comprender la importancia de cooperar: los humanos no solo somos capaces de conseguir grandes cosas de forma individual, compitiendo, sino también colaborando entre nosotros.
Además, los juegos cooperativos enseñan a los peques a confiar en sí mismos y a desarrollar la asertividad y la empatía.
Edades recomendadas para los juegos cooperativos
La etapa de la infancia en que los niños dejan de pensar que el mundo gira en torno suyo y empiezan a encontrar diversión en compartir juegos es a partir de los 3 años. Es el momento de iniciar con ellos los juegos cooperativos, que les muestran la importancia de compartir y de cooperar para lograr más diversión.
Después, a partir de los 5 o 6 años los niños ya disfrutan plenamente de todas estas actividades, y se pueden introducir los juegos cooperativos con reglas y normas que deben entender y cumplir.
A partir de ese momento, el juego cooperativo no tiene edad, y puede crear mucha diversión en todas las etapas de la vida…
Los juegos cooperativos más divertidos con o sin materiales
- La cadena. Dos niños se cogen de la mano y deben tocar a otros para unirlos a la cadena. Cuantos más “eslabones” tenga, más fácil será unir a todos los jugadores.
- Balón al aire. Se tira hacia arriba una pelota de playa, y se trata de que no toque el suelo. Todos los participantes en el juego deben implicarse para evitar tal circunstancia.
- Cruzar el lago. Se forman grupos de 3 o 4, y se invita a los peques a imaginar que están en un lago lleno de peligros, que deben cruzar de orilla a orilla a través de 5 piedras (ladrillos). Las pueden pisar y mover para avanzar. El objetivo es no tocar el lago con los dos pies en ningún momento. Si alguien lo hace, se comienza el juego de nuevo en la orilla.
- Todos a bordo. Con un elemento, que puede ser un “churro” de piscina de foam, se invita a grupos pequeños a permanecer encima durante 10 segundos sin caer.
Como has visto, los juegos cooperativos son esenciales desde la primera infancia para enseñar a los niños a vivir en comunidad. Además, son capaces de integrar a todos los peques sin distinción. Como padres, podemos fomentar estos juegos en equipo cuando nuestros hijos estén con amiguitos.