Rompecabezas de madera que simula un tronco de un árbol para que los más pequeños puedan diseñar su propio bosque y hacer crecer las setas que quieran. Cada una de las piezas es de un color y medida distinta para fomentar el reto en el puzzle y, consecuentemente, poner en práctica la concentración de cualquier niño o niña.
Su diseño único, creado en Barcelona, tiene un estilo minimalista que está libre de estereotipos para no limitar los sueños de los pequeños. Con Mushloom, harán volar su imaginación mientras aprenden con un juguete respetuoso con el medio ambiente.
El juguete está fabricado de madera natural de haya para ser resistente y respetuosa con el medio ambiente. Se ha elaborado sin el uso de sustancias nocivas con el objetivo de ser un producto 100% libre de tóxicos.
¿Qué aprendemos con un puzzle 3D de madera?
Orientación espacial: desarrollará la habilidad de medir las medidas, distancias y tamaños de las cosas para orientarse. Situar los objetos y orientar los movimientos.
Motricidad Global: estimular esta capacidad es muy importante para que los niños desarrollen el control de los movimientos de su cuerpo. También ayuda a integrar al niño en su entorno, a través de la exploración y el descubrimiento.
Reconocimiento visual: identificar las formas y colores de cada una de las piezas será fundamental para completar el juego.
Coordinación ojo-mano: aprenderán a guiar los movimientos de sus manos en función a los estímulos visuales y viceversa con el objetivo de encajar las piezas adecuadamente.